Han sido cuatro años intensos y muy emocionantes para Pinocho. Vine aquí un poco desmembrado y mi cuerpo necesitaba pulirse y formarse para otras cosas, pero cuando caí en las manos de Gepetto (alumnos y compañeros) nunca creí que iba hacer tantas cosas, como formarme como muñeco y cobrar vida. Cuando llegas a los sitios nunca se sabe, pero este era un taller "especial", había estado en otro talleres, pero este me daba buenas sensaciones. Como en todos los comienzos el inicio fue duro, pero a la vez divertido y siempre estaba dispuesto aprender, sobre todo porque los demás integrantes del taller (alumnos) me ayudaron mucho y me lo pusieron muy fácil.
Gepetto iba haciendo su labor y con mucho cariño iba montando las piezas.
Así poco a poco, y pasando los cursos tengo que partir y hacer otro viaje, que me llevará a otros sitios donde seguro que también aprenderé y me formaré más como muñeco, pero que sepáis que parte de mi corazoncito de madera se queda aquí y que nunca olvidaré a tod@s los integrantes de este taller tan especial...
Un placer.
Miguel Ángel un Pinocho un poco especial...
Gepetto iba haciendo su labor y con mucho cariño iba montando las piezas.
Así poco a poco, y pasando los cursos tengo que partir y hacer otro viaje, que me llevará a otros sitios donde seguro que también aprenderé y me formaré más como muñeco, pero que sepáis que parte de mi corazoncito de madera se queda aquí y que nunca olvidaré a tod@s los integrantes de este taller tan especial...
Miguel Ángel un Pinocho un poco especial...